El arte de crear una pieza de moda trasciende más allá de una tendencia, marca una travesía que motiva, inspira y conlleva un propósito. En los últimos años, la industria de la moda ha jugado un papel influyente sobre la economía, la sociedad y el ambiente. Esta influencia ha sido marcada por una serie de consecuencias que contribuyen de forma positiva, pero también negativa, lo que ha motivado a muchos diseñadores y firmas de moda a redefinir sus procesos a unos más responsables. No obstante, cuando se habla de sostenibilidad en la moda, pareciera que las firmas de lujo y las marcas de alta moda salen del perfil de una marca sostenible, pues se olvida que detrás del diseño y producción de una pieza se incluyen valores de sostenibilidad.
A diferencia de la moda rápida, la alta moda no vende tendencias, sino que buscan vender experiencias y emociones a quienes quieren expresarse a través de las piezas, conectando con el mundo que las marcas y compañías de moda crean. La moda se inspira en lo que sucede en el mundo, diseñando para el estilo y no para la tendencia (Ralph Lauren, 2011). El propósito de crear una pieza comienza en el diseño. No sucede de la noche a la mañana; es necesaria la dedicación y planificación para construir un diseño único y exclusivo.
La alta moda representa la calidad y la dedicación de quienes diseñan. No es rápida, necesita tiempo y planificación. Es necesario entender los procesos detrás de una pieza para saber cómo fue creado el diseño: la inspiración, el propósito, la razón por la cuál se crea la pieza y cómo, cuándo y quién la desarrollará. La pieza habla no solo de quienes la usan, sino de quién la diseña, lo que incluye no solo a una diseñadora, sino a todo un equipo. De allí la importancia de valorar las manos detrás de una pieza.
El diseño de lo hecho a mano define la excelencia, la calidad y la atención de los detalles, características que definen a la alta moda. Las grandes firmas de moda como Chanel, Yves Saint Lauren o Ralph Lauren han llevado a la pasarela piezas hechas a mano que representan un proceso de diseño y producción planificado, consciente y exclusivo. En Nabel Martins, la trayectoria de las manos detrás de nuestras piezas demuestran la experiencia y dedicación con la que se producen cada una de ellas, haciendo que los procesos sean inspirados en diseños responsables.
La alta moda y la moda de lujo se centran en el concepto de durabilidad, exclusividad a través de cantidades limitadas y el uso de materiales de alta calidad, que aunque a veces se percibe como un mundo superficial, realmente traduce lo que es el valor de lo hecho a mano. Así se propone una característica importante de la sostenibilidad en la moda que implica “mayor calidad, menor cantidad”, lo que invita a los consumidores a invertir en piezas duraderas, exclusivas y de calidad.
El arte de lo hecho a mano en la moda va más allá de un producto artesanal, invita a los consumidores a valorar el diseño en general, lo que incluye el propósito, la dedicación, la calidad y la exclusividad.
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